martes, 22 de octubre de 2013

Resúmenes Cambio Social II Parte 10


En la asignatura de Cambio Social II del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.

1- Los movimientos sociales como fuerzas de cambio “Sociología del cambio social” de Sztompka, capítulo 19, pp. 303 a 330. Tomás Javier Prieto González // “Las revoluciones: la cumbre del cambio social” de Sztompka, capítulo 20, pp. 331 a 350. Tomás Javier Prieto González 2- Los movimientos sociales: principales teorías Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación (Funes/Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 1, pp 21 a 58) // Tomás Javier Prieto González // El estudio del contexto político a través de la protesta colectiva. Participación y democracia (Adell, en Funes/Adell, capítulo 3, pp 77 a 108). // Julia Ortega Tovar Participación y democracia: Asociaciones y poder local (Brugué/Font en Funes/Adell, capítulo 4, pp 109 a 132). Julia Ortega Tovar 3- Los nuevos movimientos sociales en el contexto histórico y de la mundialización Génesis y desarrollo de los movimientos sociales desde una perspectiva histórica. El movimiento obrero (Pastor, en Funes/Adell, capítulo 2, pp 59 a 76). Tomás Javier Prieto González // La dimensión individual en la acción colectiva (Funes, en Funes/Adell, capítulo 8, pp 225 a 254). José Antonio Puig Camps // Los movimientos antiglobalización (Ibarra/Martí, en Funes/Adell, capítulo 10, pp 285). José Antonio Puig Camps 4- Estudios de caso y campañas Dimensión simbólica y cultural del movimiento feminista (Robles/de Miguel, en Funes/Adell, capítulo 5, pp 133 a 162). Víctor Riesgo Gómez // Identidad colectiva y movimiento gay (Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 6, pp 163 a 190) //  Javier Hermoso Ruiz Organización y estructura del movimiento ecologista (Jiménez, en Funes/Adell, capítulo 7, pp 191 a 224). Blas García Ruz


La ignorancia definida en el estudio de las revoluciones

Las diversas teorías de la revolución añaden percepciones importantes y una considerable cantidad de conocimiento plausible a nuestra comprensión de este complejísimo fenómeno macrosocietal. Una de sus contribuciones ha sido la de agudizar nuestra sensibilidad hacia la gran cantidad de lagunas de nuestro conocimiento, de rompecabezas e interrogantes respecto a las revoluciones. Aumentan el área de nuestra “ignorancia específica” (Merton) o definida: cosas que no sabemos, pero que sabemos que deberíamos saber para comprender el fenómeno de las revoluciones. Discutimos cinco rompecabezas o paradojas a las que se enfrenta la teorización en este campo:

1.    Concierne al estallido de las revoluciones Diversas teorías nos ofrecen indicaciones de los numeroso factores y fuerzas, determinantes y codeterminantes, condiciones necesarias y suficientes, circunstancias facilitadoras u sofrenadotas, situaciones conducentes y obstaculizadoras de las que depende el estallido. Remiten al comportamiento humano; algunas a motivaciones, intenciones, emociones e ideas; algunas al contexto societal y cultural; algunas a intereses económicos; algunas a oportunidades políticas. Sólo cuando todos estos factores (o unos cuantos) aparezcan en unas determinadas combinaciones únicas se producirán realmente las revoluciones. ¿Cuál es esta mezcla explosiva…? No lo sabemos
2.    Concierne a la movilización revolucionaria. ¿Qué explica la explosión de compromiso…? No lo sabemos
3.    Concierne a la herencia revolucionaria. ¿Cuál es el impacto de revoluciones anteriores sobre revoluciones posteriores? No lo sabemos
4.    Concierne a los resultados de la revolución. Las revoluciones, especialmente cuando tienen éxito, engendran mitos heroicos; sus conquistas se exageran, los costos se ignoran. Pero desde una cierta perspectiva histórica los efectos colaterales, el costo humano, los efectos boomerang, acaban desvelándose, atemperando la euforia primera. ¿Es inescapable esta lógica perversa? No lo sabemos
5.    Es el de la predictibilidad. Muchos observadores está de acuerdo en que ninguna de las revoluciones conocidas históricamente fue nunca predicha. Todo el mundo queda atrapado por el asombro ante la espontaneidad súbitamente aparecida, que destruye todo aquello que encuentra en su camino. No ha habido sorpresa mayor en la historia moderna que la velocidad y la manera total en que los regímenes comunistas cayeron en Europa del este y en la patria socialista misma.

Pero pueden sugerirse razones ontológicas más fundamentales para la impredecibilidad. Quizás en este terreno la predicción no sólo es difícil sino imposible por principio:

1.    Porque los sucesos revolucionarios dependen de acciones realizadas por multitudes de individuos, acontecen como efectos agregados de miradas de decisiones individuales. En la macroescala agregada, la condición descrita por las ciencias naturales como “caos” es la que parece prevalecer, haciendo imposible cualquier predicción específica.
2.    La predicción es difícil porque la movilización y la coordinación de las acciones revolucionarias precisa líderes fuertes, y la aparición de tales líderes con talento suficiente, estatura y carisma es en gran medida un secreto de la genética.
3.    Porque el fenómeno de la revolución incorpora múltiples preocesos aunque cada uno de ellos fuera regular, describible teóricamente y en cierta medida hasta predecible, en su combinación única, al atravesar un determinado momento histórico, estos procesos producen irreductible novedad, emergen fenómenos no explicables ni predecibles por ninguna teoría parcial.
4.    En el caso de los cambio sociales, revolucionarios, la lógica circular de la reflexividad y la autodestrucción de la profecía es particularmente perversa. Si la teoría fuera predictiva, la predicción de la revolución sería sin duda afectada por los defensores del antiguo régimen, quienes en ese momento todavía tendrían fuerza suficiente para paralizar la revolución y evitar su victoria, falsando de este modo la predicción con sus acciones.

La teoría de la revolución es imposible porque si proporcionara predicciones, éstas estarían condenadas a se falsadas por los hechos; y si ni proporciona predicciones no es una teoría. Todo lo que podemos esperar de las llamadas “teorías de la revolución” se reduce a interpretaciones con posterioridad al acontecimiento, una mejor organización conceptual de la compleja experiencia histórica y una orientación mejorada en el caos de los hechos. Esto de por sí constituiría una gran hazaña intelectual.



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