jueves, 2 de mayo de 2013

Resúmenes Cambio Social I Parte 23


En la asignatura de Cambio Social I del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria Sociología del cambio social de Piotr Sztompka. Derechos reservados, sus autores.

Capítulo 1 Conceptos fundamentales en el estudio del cambio social. Tomás Javier Prieto González // Capítulo 2 Vicisitudes de la idea de progreso. Tomás Javier Prieto González // Capítulo 3 La dimensión temporal de la sociedad: El tiempo social. Víctor Riesgo // Capítulo 4 Modalidades de tradición histórica. Tomás Javier Prieto González // Capítulo 5 La modernidad y más allá. Víctor Riesgo // Capítulo 6 La globalización de la sociedad humana. Tomás Javier Prieto González // Capítulo 7 El evolucionismo clásico – Julia Ortega Trovar  // Capítulo 8 El neoevolucionismo - Julia Ortega Trovar // Capítulo 9 Teorías viejas y nuevas de la modernización – Andrea Fuente Fernández // Capítulo 10 Las teorías de los ciclos históricosBlas García Ruiz // Capítulo 11 El materialismo histórico - Blas García Ruiz  //Capítulo 12 Contra el desarrollismo, la crítica moderna Julio Monteagudo Diz // Capítulo 13 La historia como producto humanoGalaaz Vaamonde (9 octubre) // Capítulo 14 La nueva Sociología histórica - Galaaz Vaamonde // Capítulo 15 El devenir socialJesús Sánchez Azañedo // Capítulo 16 Las ideas como fuerzas históricas - Carlos Catalán Serrano // Capítulo 17 El surgimiento de lo normativo – María Purificación Moreno Moreno // Capítulo 18 Los grandes individuos como agentes de cambio social - María Purificación M. Moreno  

El neofuncionalismo y el debate acerca de la diferenciación

En los años 80 comenzó un importante debate teórico centrado en la afirmación básica del evolucionismo: que la evolución social se mueve en la dirección de una creciente diferenciación estructural y funcional.  La idea ya la apuntó Herbert Spencer en la descripción de la “ley general de la evolución”, y la articuló y elaboró al completo Émile Durkheim en “De la division du travail”, donde afirma una regularidad general: “Si no deja a un lado las diversas formas de toma de visión del trabajo de acuerdo con el tiempo y lugar, permanece el hecho de que ésta avanza con regularidad en la historia”. La tipología polar de “solidaridad mecánica” y de la “solidaridad orgánica” es tan solo una elaboración de esa idea.

El concepto de división del trabajo se refiere principalmente al dominio de lo laboral, a la especialización de las ocupaciones o profesiones.  El concepto de diferenciación es una generalización de éste.  “La diferenciación estructural es un proceso en el que un papel u  organización social… se diferencia en dos o más papeles u organizaciones … Las nuevas unidades sociales son distintas estructuralmente unas de otras, pero tomadas en conjunto son funcionalmente equivalentes a la unidad original” (Neil J. Smelser).

La diferenciación estructural incluye la división del trabajo, pero va más allá del viejo concepto en dos aspectos. Mientras que la división del trabajo hace referencia a los papeles laborales, y en las sociedades complejas primariamente a trabajos y ocupaciones a tiempo completo, el concepto de diferenciación no está confinado a la esfera económica sino que incluye también papeles políticos, culturales y sociales. Más aún, la diferenciación se refiere a la especialización de las organizaciones e instituciones así como a los papeles (Dietrich Rueschemeyes).

La idea de diferenciación contiene “rasgos generales de la historia mundial” (Alexander), así como los rasgos generales de la época moderna. Pero es deficiente porque no proporciona el mecanismo causal que explique la tendencia dominante hacia la diferenciación (Durkheim, densidad moral), y no proporciona análisis concretos, históricamente documentados, de “fases específicas” de las distintas consecuencias engendradas por la diferenciación en las distintas épocas. La tensión entre el nivel de la tendencia general, los mecanismos causales y los desarrollos históricos contingentes es denominada por Alexander como “el problema de Durkheim”.

La primera generación de estructuralistas-funcionalistas: Talcott Parsons, Neil Smelser, Shmuel Eisenstadt. Posteriormente la escuela “neofuncionalista” (Alexander, Rueschemeyer): “Estas revisiones procedían del presupuesto común de que la diferenciación proporciona, de hecho, una estructura intuitivamente significativa para la comprensión de la naturaleza del mundo moderno. Pero el esfuerzo por interrelacionar este modelo general con las instituciones, los procesos, y las tensiones específicas de cada fase es lo que más preocupa a los teóricos de la diferenciación hoy día”.(Alexander).

La teoría de la neodiferenciación  del libro de Dietrich Rueschemeyer sobre el poder y la división del trabajo, “Poder and the Division of Labour”, el autor intenta enfrentarse a los dos retos planteados por las omisiones de Durkheim: intenta reemplazar el mecanismo causal, y  anclar la tendencia en hechos contingentes, permitiendo excepciones y reversiones de la tendencia general. Rueschemeyer se centra en un factor significativo que contribuye a la diferenciación: el poder. Argumenta que los poderosos son siempre capaces de imponer consistentemente la división del trabajo en consonancia con sus intereses particulares, o bloquear la diferenciación si sucede que es contraria a sus intereses.  Rueschemeyer encara el segundo reto de Durkheim: no ignorar las excepciones a la tendencia. Reveses de la especialización y de la fusión de funciones prueban que la tendencia es muy contingente:

1)            estancamiento típicos de muchas sociedades agrícolas
2)            decadencia tras avances en la división del trabajo
3)            contratendencias en diversos niveles de las estructuras sociales
4)            en la sociedad moderna surgen casos particularmente interesantes de des-diferenciación.

El invocar a diferencias de poder y a grupos de interés en conflicto como factores causales que detienen, bloquean o invierten la diferencia prueba su fuerza explicativa también con respecto a esas desviaciones excepcionales de la tendencia general.

La contribución de Rueschemeyer es tan sólo un ejemplo reciente de cómo el “problema de Durkheim” y el programa de investigación a él ligado informan el debate teórico en curso y que dura ya casi un siglo.

El giro hacia el evolucionismo biológico

El evolucionismo sociológico de Comte y Spencer anticipó la formulación de la Teoría evolutiva en biología, y en particular su expresión más influyente de Charles Darwin (1809-82), en su tratado fundamental “On the Origin of Species” (1859). Recientemente la sociología ha considerado las raíces darwinianas, proponiendo algunos neoevolucionistas las “teorías de la selección natural”, o las teorías de la “variación sociocultural y de la retención selectiva”. Creen que “el modelo darwinista revela similitudes analíticas fundamentales entre los procesos biológicos y socioculturales de evolución” (Lopreato).

“[La teoría clásica] tomó como modelo al embriología y representa la sociedad en su crecimiento como un organismo, que se vuelve no sólo más grande sino que se diferencia en órganos especializados y funciones... Una segunda analogía es la teoría darwinista de cómo evolucionan las especies a través de la variación y la selección natural de aquellas formas mejor adaptadas a sus ambientes …. La diferenciación considera la sociedad como equivalente a los organismos singulares, en crecimiento durante su tiempo de vida; la selección natural considera las sociedades como equivalentes a la variedad de especies (poblaciones de organismos), algunas de las cuales son seleccionadas como adaptaciones favorables, y otras no”. (Collins).

“En la última década, el pensamiento evolutivo se ha desplazado desde la periferia de la teoría social al centro” (Burns y Dietz).

El mecanismo básico de la evolución lo definió Darwin como “la preservación de las variaciones favorables y el rechazo de las variaciones perjudiciales”. Tres principios modelan la lógica del proceso:

1)    Principio de variación en la población (mutaciones)
2)    Principio de selección entre ideas
3)    Principio  de supervivencia del mejor adaptado.

Las investigaciones de Thomas Dietz condujeron a la abstracta noción de genes y dotación genética como selección evolutiva. Buscando el paralelismo en la evolución sociocultural, al referirse al conjunto de relaciones sociales abstractas.

Otro enigma en común entre la teoría biológica y la teoría sociológica son las fuentes de variabilidad inicial. Tom Burns y Thomas Dietz sugieren que la variabilidad de las reglas puede surgir de seis circunstancias:

1)    Necesaria verbalización de las reglas durante la transmisión social.
2)    Cualquier desarrollo de las reglas requiere interpretación.
3)    La gente comete fallos y errores en la articulación aplicación de las reglas.
4)    La gente busca y experimenta con reglas, particularmente si están insatisfechos con ellas.
5)    La gente se embarca en acciones perversas, que pueden generar nuevas reglas.
6)    Siempre hay una infiltración de reglas extrañas.

El tercer enigma se refiere a los cruciales mecanismos de la selección, “a la reproducción diferencial de modos de acción y pensamiento dentro de las sociedades”. “La agencia proporciona un mecanismo para generar cambio en los sistemas de reglas que es mucho más poderoso que el error o la migración, y que empareja con el carácter dinámico, inventivo y a menudo juguetón de la vida humana”.

Respecto al criterio de selección, la adaptabilidad, el valor funcional de determinada institución, regla, forma de vida, para la supervivencia y para la capacidad para reproducirse.

El modo en el que se efectúa la selección es percibido en formas cada vez más complejas, desde la simple “lucha por la supervivencia” darwinista, a través de la “lucha por los refuerzos”, esto es, “los esfuerzos por obtener cosas que satisfarán necesidades y deseos”, a la “lucha por la satisfacción”, esto es, “el equilibrio favorable del placer sobre el dolor”.

La teoría neoevolucionista de la selección sociocultural  está todavía en “una fase muy primaria de su desarrollo en las ciencias sociales”. Rechaza el determinismo, el finalismo, el fatalismo, la linealidad, y la gradualidad. Hace hincapié en la suerte, lo fortuito, la contingencia, en lo abierto del proceso en los umbrales cualitativos y en el papel crucial de la agencia humana. “Para tener éxito se necesitará una síntesis teórica de la biología evolutiva y de la ciencia social así como un conocimiento más rico y sistemático de las condiciones medioambientales, incluidas las culturales, y las vicisitudes históricas del homo sapiens y de su sociedad” (Lopreato).


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