sábado, 18 de mayo de 2013

Resúmenes Cambio Social I Parte 36


En la asignatura de Cambio Social I del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria Sociología del cambio social de Piotr Sztompka. Derechos reservados, sus autores.

Capítulo 1 Conceptos fundamentales en el estudio del cambio social. Tomás Javier Prieto González // Capítulo 2 Vicisitudes de la idea de progreso. Tomás Javier Prieto González // Capítulo 3 La dimensión temporal de la sociedad: El tiempo social. Víctor Riesgo // Capítulo 4 Modalidades de tradición histórica. Tomás Javier Prieto González // Capítulo 5 La modernidad y más allá. Víctor Riesgo // Capítulo 6 La globalización de la sociedad humana. Tomás Javier Prieto González // Capítulo 7 El evolucionismo clásico – Julia Ortega Trovar  // Capítulo 8 El neoevolucionismo - Julia Ortega Trovar // Capítulo 9 Teorías viejas y nuevas de la modernización – Andrea Fuente Fernández // Capítulo 10 Las teorías de los ciclos históricosBlas García Ruiz // Capítulo 11 El materialismo histórico - Blas García Ruiz  //Capítulo 12 Contra el desarrollismo, la crítica moderna Julio Monteagudo Diz // Capítulo 13 La historia como producto humanoGalaaz Vaamonde (9 octubre) // Capítulo 14 La nueva Sociología histórica - Galaaz Vaamonde // Capítulo 15 El devenir socialJesús Sánchez Azañedo // Capítulo 16 Las ideas como fuerzas históricas - Carlos Catalán Serrano // Capítulo 17 El surgimiento de lo normativo – María Purificación Moreno Moreno // Capítulo 18 Los grandes individuos como agentes de cambio social - María Purificación M. Moreno  

El auge de la sociología histórica:

La sociología histórica toma la oposición entre continuidad y cambio como su problema nuclear, pero al intentar resolverlo llega más tarde o más temprano a una noción sofisticada de la agencia.

Esxiste la creencia extendida de que la sociología nació de la historia, por tanto el reavivamiento reciente del interés por la historia entre los sociólogos es a veces considerado como una vuelta a las raíces de la disciplina.Nada mas lejos de la realidad. La sociología histórica ha de ser vista como una reacción crítica frente a usos tradicionales de la historia, muy peculiares, típicos de los padres fundadores de la ciencia sociológica. Una cosa es decir que la sociología nació del interés por los hechos o procesos históricos, pero otra muy distinta es decir que la sociología nació del estudio científico de la historia.Lo primero es sin duda cierto; pero la materia objeto no es tratada mediante un método verdaderamente histórico sino siguiendo “leyes referidas a la historia”(Mandelbaum, 1948) estrictamente delimitadas.

Los esquemas evolucionistas o desarrollistas de Comte, Spencer o Tönnies no fueron derivados de la historia, ni enraizados en la historia,sino, mas bien impuestos sobre la historia. También compartían determinados presupuestos: consideraban la historia de forma mecanicista como un dominio autónomo, una “realidad sui géneris” de la cual los actores humanos estaban extrañamente ausentes. Los evolucionistas y desarrollistas no contribuyeron en último término a la emergencia de una verdadera perspectiva histórica. Todo lo contrario:en lugar de acercar la sociología a la historia, representaron de hecho una forma temprana de ahistoricismo. Podríamos denominarla, no sin cierta paradoja, un “ahistoricismo historiosófico”.

Sin embargo, y aunque dominante, esta tendencia no era en modo alguno la única. El siglo XIXpuede enorgullecerse de haber producido algunos ejemplares de verdadera sociología histórica, firmemente enraizados en ricos materiales históricos, históricamente limitados en su validez y que reconocían el el papel de los actores humanos -individuales y colectivos- en tanto creadores últimos del cambiante mundo social.
Tales teorías rechazaban las presunciones mecanicistas y fatalistas, la reificación de los procesos sociales, y restauraban al hombre como el verdadero sujeto histórico.

Tres nombres entre los primeros maestros de la sociología parecen representar este historicismo primigenio, auténtico: Karl Marx, Alexis de Tocqueville  y de manera mas completa y menos ambigua, Max Weber.

Toda la inmensa erudición de Weber está firmemente enraizada en un vasto conocimiento histórico, que va desde las civilizaciones antiguas al nacimiento del capitalismo industrial. La aplicación de una perspectiva histórica condujo a Weber a centrarse en las transiciones históricas concretas, en los umbrales entre épocas y especialmente en el nacimiento del capitalismo en Europa occidental. Weber rechazó las interpretaciones mecanicistas o fatalistas de los procesos históricos  y dió a los agentes humanos, a sus motivaciones, intenciones y acciones un papel crucial en la producción de las estructuras sociales, económicas y políticas.

El renacimiento reciente de la sociología histórica ha de conectarse con la herencia de Marx, Tocqueville y en particular Weber, con su trabajo auténticamente histórico en lugar de con los esquemas filosóficos, aprioristas y desarrollistas de Comte, Spencer y Tönnies.

Antes de que ocurriera tal renacimiento, la sociología presenció un largo eclipse de la perspectiva histórica. Esto fue en parte debi al segundo nacimiento del pensamiento sociológico que aconteció en EEUU con el cambio de siglo. La sociología americana tenía unas raíces radicalmente distintas de las europeas. En primer lugar, nació en una sociedad diferente pero al mismo tiempo extraordinariamente compleja en su composición racial, étnica y de clase. Los sociólogos americanos se concentraron en salvaguardar el delicado funcionamiento del sistema social, erradicando el crimen y la desorganización social, integrando a las comunidades local, mejorando la efectividad de las instituciones, incrementando la productividad del trabajo y la eficacia de la gestión.

Estas preocupaciones amelioristas, presentistas, empíricas y microsociológicas condujeron a los sociólogos americanos a fuentes intelectuales distintas, a la tradición de la psicología en lugar de la historiosofía. En fecha tan temprana como los años 40 nació la escuela del funcionalismo estructural y pronto adquirió una preponderancia en la sociología americana que retuvo durante treinta años. Me referiré a este tipo de ahistorismo nacido y criado en los EEUU pero extendido por todo el mundo, como “presentismo ahistórico”.

De este modo, por efecto de la doble genealogía de la ciencia sociológica, la europea y la americana, reinó una orientación ahistórica en la disciplina durante la mayor parte del siglo XX.

Hay dos puentes que conectan la tradición de Marx, Tocqueville y Weber con la sociología moderna.Uno es la rica corriente del “activismo marxista”: las obras de Gramsci, Lukács, la escuela de Francfort, etc. Pero esta tendencia fue principalmente influyente en filosofía y no afectó inmediatamente a la práctica de la sociología. Otro (puente) fenómeno intelectual parece tener mayor importancia, es el de esos “curiosos, a veces reconocidos grandes viejos de la disciplina”. Unos pocos ejemplos: R.K. Merton(1970), N.J. Smelser(1959) , S.N. Eisenstadt(1963) y S.M. Lipset(1967). Aunque excepcionales sus trabajos alcancanzan una gran audiencia y preparan el terreno para el renacimiento total de la prespectiva histórica en sociología que se produce en los años 70,80.

Incluso a finales de los años 50 ya se hicieron fuertes críticas contra el empiricísmo estrecho y el presentismo. En los años 60 y 70 se dirije un segundo reto contra la “gran teoría” funcional, principalmente sobre la base de que implica una imagen de la sociedad utópica, básicamente inadecuada. De aquí sigue la segunda crisis de la sociología. El énfasis se desplaza desde la autorregulación mecanicista del sistema hacia la acción voluntaria de individuos, grupos, colectividades, movimientos sociales, masas sociales tratadas como agencias causales, o al menos como portadores de cambio social.

-El nuevo historismo

Sobre el trasfondo de estos cambios profundos en a sociología contemporánea, el “nuevo historismo” o “sociología histórica” emerge como una orientación teórica y metodológica distintiva, Aunque en su forma rediviva es aun muy joven, ya ha generado un número significativo de contribuciones concretas y generales. Se podrían señalar trabajos que se ocupan de problemas históricos temporalmente concretos y localizados, y los someten a análisis sociológicos generalizadores. El procedimiento mas común es el estudio inductivo y comparativo de casos históricos seleccionados, en búsqueda de mecanismos comunes en los mecanismos históricos. Para nuestros fines nos concentraremos en otro legado de la sociología histórica: las consideraciones generales filosóficas, metateóricas y teóricas que arrojan una luz nueva sobre la naturaleza teórica de la realidad social.

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